En el Museo Ibercaja-Camón Aznar, MICAZ, se encuentra una sala en la segunda planta con obra gráfica de Goya, son los grabados que acompañan la obra gráfica de Durero y Rembrandt que se exponen entre la Lonja y el propio Museo. El primer artista en España que publica un tratado sobre la técnica del aguafuerte fue el pintor José García Hidalgo, que estudió en Italia con Pietro de Cortona, Carlo Maratta, y Salvatore Rosa,-quizás a través de éste,- conoció la Cartilla de Ribera. A su regreso a España, como nos relata Don Juan Agustín Ceán Bermúdez, coleccionista de obra gráfica e íntimo amigo de Goya, en su Diccionario Histórico de los Ilustres Profesores de las Bellas Artes de España, publicado por la Real Academia de San Fernando y editado por la Viuda de Ibarra en el año 1800:….Manifestó su zelo por el adelantamiento de la juventud en el diseño de una cartilla de principios y reglas que dibuxó, grabó e imprimió en el año 1691: Pone en ella exemplos de diferentes simetrías del cuerpo humano……y del modo de grabar al aguafuerte con muchas noticias curiosas de algunos artistas e ilustres aficionados que le precedieron en España. Goya seguramente conocería esta cartilla.
En cuanto a Goya grabador, sus orígenes en el conocimiento del mismo, hay que buscarlos en Zaragoza, ya que en el taller de José Luzán, conoció y copió estampas, como él mismo cuenta. Vería los libros que se publicaban en las imprentas de la ciudad, al igual que las estampas religiosas encargadas por el Cabildo Metropolitano. Pero sin duda alguna, el contacto con el gran mundo de la gráfica fue gracias a su viaje a Italia, cerca de 1770, en que se encuentra en Roma, luego en 1771 obtiene una Mención destacada en un Concurso de Pintura en Parma. En ese intervalo de tiempo, tanto en Roma como en Venecia, hay un gran auge del grabado al aguafuerte, especialmente para reproducir paisajes, los vedutistas, que se vendían especialmente a los ingleses. Entre los artistas que destacan se encuentran, por ejemplo, Canaletto en Venecia, y Piranesi en Roma. Conocería también la Estampería Remondini instalada en Venecia en 1750. Regresa Goya a Zaragoza en el verano de 1771, y se le encarga de pintar al fresco su primera gran obra mural, El Coreto, y después de pintar en la Cartuja de Aula Dei se casa con Josefa Bayeu, tienen un hijo y lo llama Mengs a Madrid, para trabajar en la Real Fábrica de Tapices en 1774.
Allí trabaja junto con Ramón Bayeu, su cuñado y José del Castillo. El Madrid del siglo XVIII cambia a pasos agigantados en la difusión y aprendizaje de las diversas técnicas de las artes plásticas y oficios artísticos. Ya en la época de Los Austrias, y por un real Decreto de 1752 quedaron designados los Directores y el del Grabado fue nombrado Don Juan Bernabé Palomino, que es el que inicia la Calcografía o Imprenta Real. Mas tarde, la Academia de San Fernando se traslada a la Calle Alcalá nº 13, en 1774, el Rey Don Carlos III, colocó allí la Academia y el Gabinete de Estampas. Fue creada la Calcografía con el fin de preparar una escuela de burilistas, que enviaban a París, para que luego que reprodujeran obras de los grandes pintores españoles y de Los Sitios Reales difundiendo así las grandezas de España. Luego, el grabador Manuel Salvador Carmona, que estudió becado en París, llegó a Director de la Calcografía.
En este ambiente de auge del grabado, tres artistas jóvenes se lanzan a practicar no la técnica del buril sino la del aguafuerte, produciendo la primera serie en 1778 por el método de aguafuerte en España, compuesta de quince grabados, donde se encuentra por primera vez el San Francisco de Paulade Goya.
Antes Goya, cerca de 1771, había realizado un aguafuerte cuyo tema era La Huída a Egipto, que pudo haber sido realizado en Italia, ya que su forma de hacer es muy italianizante y su composición muy parecida a las pinturas de Aula Dei. A continuación realizó una estampa sobre San Isidro Labrador, patrono de Madrid. En el año 1778, comienza también la serie de grabados al aguafuerte sobre las pinturas de Velázquez, así pudo tener contacto con la obra del genio sevillano que cambio profundamente su forma de ver el Arte y la Pintura. Realizó trece planchas, cinco no publicadas, entre ellas, Las Meninas, donde practicó por primera vez el aguafuerte y el aguatinta, seguramente no le gustó el resultado, o consideró que para una larga edición, el procedimiento no resistiría el paso por el tórculo, pero sin embargo, hay dos planchas publicadas con esta técnica. En esta primera etapa, se ve la influencia de la forma de grabar de los Tiépolos, cuya obra conocería pues Giovanni Battista Tiépolo llegó a España para pintar en el Palacio Real en 1762, junto con sus hijos Giandoménico y Lorenzo. Tiépolo padre muere en Madrid en 1770, Doménico regresa a Venecia y Lorenzo permanece en Madrid, muriendo en Somosaguas en 1774. La obra pictórica y gráfica de los Tiépolo la conocería Goya, ya que tenía cuadros y grabados suyos en su colección, y aplica la visión tiepolesca en sus tapices y grabados. Goya trata, al igual que Rembrandt, de grabarse su obra pictórica, como hace con el tapiz El ciego de la guitarra, pero desiste de la idea, y sólo nos deja este maravilloso grabado al aguafuerte y al aguatinta. También realiza su primera obra gráfica realista que se convierte hoy en una obra maestra de la técnica y del lenguaje personal goyesco, El agarrotado.
La obra gráfica de Goya en sus diversas series, Caprichos, Desastres, Tauromaquia, Disparates, y sus litografías, siempre me han apasionado, y en cuanto he podido, he dado conferencias con diapositivas y he publicado en catálogos y en periódicos, como el Heraldo de Aragón, artículos sobre Las técnicas del grabado empleadas por Goya, el 16 de abril de 1978, y en el libro Goya en el camino, editado por el mismo periódico en 1992, publico sobre el aguatinta una sección, ver foto 1, y sobre la litografía, ver foto 2, y en el blog http://barbozagrasa.blogspot.com hablé sobre la mezzotinta goyesca titulado Un coloso en Zaragoza, cuyo cuadro ha sido descatalogado gratuitamente por los técnicos del Museo del Prado. Goya se va a Burdeos y París, Francia, para estar con su compañera Leocadia y su hija Rosarito, y para seguir practicando y mejorando sus litografías, ver foto 3. Muere en Burdeos en 1828.
Carlos Barboza Vargas.