En este mes de mayo cumplo mis 67 años de existencia en este planeta Tierra y eso me lleva a repasar mis cincuenta años de trabajo en el campo del arte. Cuando uno empieza el ocaso es bueno repasar y justificar su existencia.
En los años sesenta vivía yo en Zapote, ya que mi familia vendió la casa de Barrio Luján y mi padre compró un terreno mayor, entre cafetales, que con el tiempo se convertiría en el Barrio Moreno Cañas. Así explica a El Zapote mi amigo Fernando Cabezas, escritor: Zapote, población dividida en pequeños y desdibujados barrios, era tierra de cafetales, hortalizas y pocos dueños. Café y cultivos fueron desapareciendo merced a quienes llegamos como nuevos pobladores, y al cemento y a los tractores…..buen refugio para los apretujamientos económicos de los inmigrados: tierras baratas, lugar tranquilo…..
En este distrito de San José conocí a Cabezas seguramente un día de lluvia en alguna Soda del lugar y el describe el acontecimiento de la siguiente manera: ….Un día cualquiera, a cualquier hora, y en un Zapote que no recuerdo, alguien nos presentó. Vino el consabido apretón de manos y quedó así bautizada una hermandad sin fisuras. No habíamos terminado de apretarnos las manos cuando Goya, Sartre, Dostoyevski, Unamuno y otros tomaron las riendas de la conversación. Realidades, sueños, trascendencias, atravesaron el puente anímico y comenzaron a trotar en sendos Rocinantes. ¡al fin en camino hacia dónde y cómo¡….
De tanto darle vueltas a la Pintura y la Literatura se nos ocurrió hacer una Exposición en el nuevo Liceo recién construido junto a la plaza del pueblo y la Iglesia, llamado, Rodrigo Facio, fundador de la Universidad de San José. Veamos cómo lo recuerda Fernando:…Alentados, dispuestos, nos dimos a la tarea de reunir a esos anónimos artistas de la comunidad. El 15 de septiembre de 1964, día de la Independencia, el Grupo Artístico Comunal, que así decidimos llamarnos, abrió telones en el Liceo Rodrigo Facio, con una exposición de poesía mural, pintura y caricatura. Allí estuvieron expuestos los trabajos de Guillermo Campos, Kenneth Martinez, Carlos Valenzuela, Rita Sánchez, Reynaldo Mora, Carlos Barboza y yo. Asombro, incredulidad, y admiración se confundían en los asistentes que, como a escondidas, casi con temor, entraban al Liceo. ¡Y allí estuvo Fabián Dobles¡……El siguiente día celebramos una inesperada fotografía y una brevísima nota que tocaba el acontecimiento. La periodista Inés Trejos de Steffen me hizo una entrevista para el periódico La Nación hablando de la exposición.
Era nuestra primera presentación ante el público de nuestro trabajo en un Liceo, cuya Directora, la profesora Lía Gómez de Brenes, dio luz verde al proyecto, y fue pionero en Costa Rica al unir diversas disciplinas artísticas en una exposición y llevarlas al pueblo y a los alumnos. Cabezas describe así la obra de los distintos participantes: Kenneth Martinez,….poemas espontáneos, sentimentales, quejumbrosos o modelados en las cicatrices de amores fantasmales….poeta a escondidas, trovador cuya voz atendíamos solo unos pocos. Reynaldo Mora, ….a solas pintaba porque sí, porque la paleta y los pinceles merodeaban en su espíritu. ¿Qué otro afán? Guillermo Campos…lápiz en mano lograba sacar de si un delicado humor imperceptible en su manera de ser y, acaso por ella, sorpresivo. Carlos Valenzuela,… Pintaba, pintaba mucho. ¿Desahogo o temperamento inquisitivo? Lo cierto es que parecía insaciable….Rita Sánchez…. Su ternura, su fuerza maternal se me antojan mágicas, casi sacras, en sus pinturas….El español Manuel Robles pintaba sin aspavientos, sin apartarse del inagotable colorido que, en nuestra campiña y mares, parece un milagro. ….De mí escribía lo siguiente: Barboza armado de caballetes en la sala, el dormitorio, la cocina, el comedor, o donde mejor pudiera, quería gritar el entusiasmo de sus nacientes tanteos goyesquianos y su fervor por Dostoyevski.
Continúa hablando del destino de esta nuestra primera experiencia artística: …De ahí en adelante la situación mejoró para quienes decidimos entregarnos a los alumbramientos y alucinantes dimensiones del arte. El siguiente paso fue La Casa del Artista. Allí se dio el hondo ritual de una fecunda amistad con quienes, poco después, expondríamos en el parque Central de San José, en Las Arcadas y en ciertas provincias. Pienso que esta fraternidad sin reglamentos, ni sellos, ni firmas, fraguó el entendimiento que primó entre el Círculo de Poetas y Escritores Costarricenses y el Grupo Totem.
Fernando Cabezas, poeta, escritor y dramaturgo de Costa Rica, falleció el 23 de febrero de 2010 en la ciudad de Cartago y reposa en Curridabat junto al Volcán Irazú que tanto amaba. ¡Hasta pronto amigo¡
Carlos Barboza Vargas