Archivo Barboza Grasa ®

FRANCISCO AMIGHETTI XILÓGRAFO DE COSTA RICA, POR BARBOZA

Estudié el Bachillerato en el Liceo de Costa Rica, donde aprendí a trabajar la acuarela con la profesora y pintora Flora Luján, esposa de Paco Amighetti. Luego me dediqué a dibujar caricaturas de mis compañeros y profesores del Liceo. En el año 1962 estaba estudiando en la Universidad de Costa Rica ya que había ingresado con la intención de hacer la carrera de Ingeniería civil para luego estudiar Arquitectura en Mexico o Brasil, pues ésta no se impartía en Costa Rica. Una de las asignaturas optativas era Historia del Arte que impartía el profesor Francisco Amighetti. Sus clases me abrieron un mundo desconocido, ya que proyectaba diapositivas mientras explicaba la biografía de los pintores, fue una nueva visión del mundo al enfrentarme a la obra del Greco, Rembrandt, los renacentistas italianos, Rafael, Miguel Ángel, Leonardo, …..y a la pintura española de Velázquez y Goya, a los impresionistas, Picasso, Dalí y los istmos. Esto me planteó si quería ser arquitecto o pintor y lo explica así Don Paco en un artículo publicado en la Nación, con motivo de mi primera exposición individual en la Dirección Nacional de Artes y Letras en septiembre de 1969:
… Carlos Barboza oía mis lecciones de Historia de Arte con sus ojos claros llenos de fervor. Recorriendo esta exposición he evocado su figura en una noche lluviosa cuando me hablaba con entusiasmo de los grabados que hacía y de los que iba a hacer…. Al final escogí ser pintor grabador y viajé a Europa en 1968 para especializarme en grabado calcográfico en España.
Ahora en el 2010 evoco en Zaragoza, la figura y obra xilográfica de este grabador de padre italiano, de Bérgamo, y madre costarricense, que nace en San José en 1907 y con el tiempo se convertiría en uno de los mejores grabadores en madera del país y de la gráfica latinoamericana. Esta pasión por la madera la relata el mismo: …Mas tarde, cuando grabé la madera, volví a entrar en contacto con esta materia de la selva. Algunos fragmentos dejaban salir su aroma al ser heridos y llegué a la erudición de los bosques acumulando pedazos de café pálido, de naranjo amarillo, de nazareno teñido con su propia púrpura, de manú castaño, de la azafrana mora, de ron-ron pesado y rojizo, de guapinol, del carey, y de tantas otras maderas que sigo descubriendo. Todas ellas aceptan con la lealtad de su dureza las incisiones del acero. Todavía sigo acariciando los trozos de madera que a veces no grabo, y, con la mano froto la superficie y contemplo el destello que la luz les arranca; los dejo a veces sin tallar, porque ninguno de mis grabados supera la belleza y el misterio de sus texturas.
En 1987 el Museo de Arte Costarricense organiza una exposición retrospectiva que titula Amighetti, 60 años de labor artística, y el historiador de arte Carlos F. Echeverría escribe sobre la obra de Amighetti lo siguiente: La cromoxilografía permite, por otra parte, una amplia valoración de las texturas y vetas de la madera, factor que Amighetti ha sabido explotar como muy pocos, en pleno dominio de los elementos técnicos, el tema adquiere preeminencia al ser tratado libre e imaginativamente. Lo mas profundo de la personalidad de Amighetti se revela en la gama de sus temas predilectos, de sus temas amados: los niños, el erotismo de las mujeres tropicales y la aspereza de sus hombres y los ancianos.
En 1990 estando de Embajadora de Costa Rica Janina del Vecchio y de Agregado cultural el excelente compositor y pianista Manuel Obregón, se organizó en Madrid una Semana Cultural dedicada a Costa Rica, patrocinada por la Comunidad autónoma y el Ayuntamiento de Madrid, la Comisión del 5º Centenario, el Instituto de Cooperación Iberoamericana e Iberia. Participamos como artistas plásticos el pintor Rafael Fernández y yo, con un Homenaje al cine, y expusimos nuestra obra en la Sala Antonio Palacios, y Don Paco Amighetti en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, donde impartí una conferencia en su auditorio titulada Un siglo de arte en Costa Rica, con diapositivas, como Don Paco. Veintiocho años después, maestro y alumnos se vuelven a encontrar con su obra en España.
                Carlos Barboza Vargas.