Archivo Barboza Grasa ®

VAN GOGH Y EL VIAJE DE GAUGUIN EN GÉNOVA, ITALIA

Viajando por la piel de Italia, hoy dolida por el trágico terremoto de Emilia Romagna,  pasamos visitando Maranello y la Ferrari, con mi hijo Francisco y Teresa. Después de estar en Florencia, recorrimos  Pisa y  Pietrasanta, y terminamos por descansar en Génova, donde se encontraba una exposición titulada Van Gogh y el viaje de Gauguin que para nuestro deleite prolongaban unos días mas.  A la mañana siguiente salimos del hotel a primera hora, con el fin de ver la exposición, y al llegar al Palacio Ducal, donde se albergaba, nos encontramos con una cola de visitantes que se fue agrandando con el tiempo. Frente a la puerta de entrada, que ocupaba una gran reproducción de un cuadro de Van Gogh, El sembrador al atardecer, y mientras esperaba, recordé aquella frase que el mismo decía: La imprenta siempre ha sido para mí un milagro, milagro parecido al grano de trigo que se vuelve espiga, un milagro de todos los días y por eso mas grande aun. Se siembra un solo dibujo y se cosechan muchísimos.   Al ver la paciencia del público para admirar sus oleos, dibujos y cartas, veo que su espíritu en su obra es como el grano de trigo que sigue alimentando espiritualmente a la humanidad.
Entramos a la exposición, y los grupos concertados y jóvenes de colegio llenaban las salas con gran fervor y silencio, admirando la obra del genio holandés que estaba acompañado por otros artistas, anteriores y posteriores a su obra. De pronto, en una de las salas, exenta, con forma de cabaña, se encontraba una de las grandes obras maestras de la historia del arte, el gran cuadro de Paul Gauguin, ¿De dónde venimos?, ¿A dónde vamos? ¿ Quienes somos?. Viendo esta gran pintura, donde Gauguin resume toda su ideología plástica y su saber pictórico, su visión me ha transportado a mi tierra de origen, la tropical Costa Rica, ya que es Gauguin el primer gran pintor latinoamericano, de origen peruano, que nos enseñó a ver los colores del trópico y que yo copiaba en mis años de estudiante, esforzándome por captar esa especial luz  del trópico, y que Gauguin la lleva a elementos místicos y misteriosos, de los ancestros indígenas con su catolicismo occidental.  Siguiendo el recorrido de la exposición, Van Gogh se iba agrandando como pintor, su gran esfuerzo por dominar la pintura lo llevo a superar todo lo que se había pintado en este final del siglo XIX, según reconoce Pisarro tras su muerte. Esa pincelada fina y constante, donde los colores se superponen unos a otros sin opacarse ni ensuciarse, donde una luz limpia y directa, con un misticismo de religión calvinista, buscaba a Dios a través del color y la luz.  Marco Gordini, comisario, cuenta la muestra en un video, dando una gran importancia a Los zapatos viejos, cuadro de Van Gogh,  esos amigos que nos acompañan en nuestros viajes por el mundo, y que luego dejamos abandonados en un rincón de la casa.
Paul Gauguin Chazal, hijo de un periodista,  Clovis Gauguin y de  Aline Marie Chazal, hija del litógrafo Andre Chazal y la escritora peruana Flora Tristán y Moscoso, a la que el escritor Mario Vargas Llosa le dedica un libro, El paraíso en al otra esquina, nace en París, el 7 de junio de 1848, y al año comienza su largo viaje de peregrino por el mundo.  Su familia se traslada al Perú huyendo de Luis Napoleón Bonaparte, su padre muere cuando cruzaban el estrecho de Magallanes. Vive con sus familiares peruanos y recuerda en sus escritos cuando lo llevaban a Misa las mujeres de su familia, el color y el olor del Perú, los ídolos de la rica religión indígena Inca, y el mismo decía que era un pintor salvaje del Perú.  Cuando regresa a Francia en 1855, con su madre, habla español, y no francés, toda esta vivencia infantil en su retina lo marcará para toda la vida.  
Vincent Van Gogh, nace en 1853 en la casa parroquial de Groot Zundert, y es el mayor de los seis hijos del Pastor calvinista Theodorus Van Gogh y Ana Cornelia Carbentus, de La Haya, hija de un encuadernador, es cinco años menor que Gauguin y en este viaje de ambos por el arte y la vida, Paul lo hace de forma horizontal, y Vicent de una forma vertical, llegando a encontrarse en un punto de su existencia. Empieza rodeado de religión y arte, ya que también su familia son comerciantes de arte, y mas tarde, a través de su tío Cornelius que tenía una galería en Amsterdam, lo recomienda para trabajar en la sucursal de la famosa firma Galeria Goupil y Cia. de Paris, en La Haya. Es aquí donde comienza el viaje de Vincent por el camino del arte. Luego su hermano Thèo, trabaja también para la casa Goupil de Bruselas. Con este nombramiento se cierra el triángulo Gauguin-Vincent-Theo, marchante este último de ambos, que dará al arte uno de los momentos mas importantes de su historia  a fines del siglo XIX.
Mientras tanto, Gauguin, mal estudiante en el Instituto, se hace marinero y recorre el mundo. Vuelto a tierra firme, en Francia, ingresa a trabajar como agente de bolsa, y a los veinticinco años se casa con Mette Sophie Gad, con la cual tiene cinco hijos que luego abandonará por la pintura y la escultura. En 1874 Gauguin conoce a Pisarro y mas tarde por consejo de este, comienza a comprar obra de los impresionistas, en 1876 expone en el Salón junto a ellos. Vincent es trasladado por la casa Goupil a Londres, y empieza a dibujar con gran pasión. Luego es trasladado definitivamente a Paris, donde visita los Museos y descubre a Corot. Abandona su empleo y se va de maestro a Londres, se hace predicador y traduce la Biblia. En 1878 se encuentra con los mineros de Borinage, al sur de Bélgica, vive en extrema pobreza, dibuja todo lo que le rodea y hace copias de Breton, Millet, Gavarnie, Daumier, y se matricula en la Escuela de Bellas Artes de Bruselas en 1880.
Gauguin, además de exponer con los impresionistas, pasa el verano del 1881 con Pissaro y Cezanne, mientras Vincent es rechazado por su prima Kate, y se deprime. Su familiar el pintor Anton Mauve en Amsterdam, le enseña a pintar al óleo, convive con una prostituta llamada Sien, con una hija y embarazada, y le sirve de modelo, cultiva la técnica de la litografía. En 1883, una bancarrota en Francia, hace que Gauguin sea despedido de su trabajo, al igual que su amigo Schuffeneker, se dedica solo a la pintura, mientras tanto, Vincent deja a Sien, y se establece en Drente y luego en Nuenen, con sus padres, y pinta campesinos, obreros, realiza cerca de doscientos cuadros.  En 1885, Paul Gauguin hace una exposición individual en su estudio y no vende nada. Para subsistir se dedica a vender telas impermeables y pega carteles por 5 francos. Mientras a Van Gogh se le muere el padre, el Pastor Theodorus.  Sigue pintando y tras este acontecimiento pinta una de las obras maestras de esta época, Los comedores de patatas, motivo por le que rompe con su amigo el pintor Van Rappard. Descubre en esta época el grabado japonés.
Gauguin no tiene ni para pagar la pensión y enferma. Expone en la 8ª Exposición Impresionista y se traslada a Pont Aven, en Bretaña, donde conoce a Emile Bernard y junto con otros pintores nace el grupo de impresionistas y simbolistas sintéticos, que finalizara en el grupo místico de los Nabis, capitaneados por Bernard y Serusier.
Mientras tanto, Van Gogh, se vuelve a matricular en la Escuela de Bellas Artes de Amberes, donde fracasa. Da un giro y se va a París, a estudiar con Cormon, mientras Theo dirige una Galería. Conoce allí a todos los postimpresionistas, como Emile Bernard que será su fiel amigo, Louis Arquetin, Russell, y Toulouse Lautrec defensor de su obra. Por su hermano conoce a los impresionistas, ya que fue el primer marchante de ellos, y finalmente a Paul Gauguin, ya que a ambos Theo les daba un sueldo,  estamos hablando del año 1886.  Al año siguiente Paul se embarca junto al pintor  Charles Laval hacia Panamá, donde los franceses construían el Canal, y logra trabajar como cavador, enferma, y se van a Martinica, donde ambos pintores encuentran reposo para pintar, y aquí es donde Gauguin se reencuentra con la luz y el trópico de su infancia, y ya no dejará esta gama de colores en su paleta. Regresa a Francia sin un céntimo y vive en el estudio de su amigo Schuffeneker.

El año 1888 es el año en el que estos dos genios del arte se encuentran en Arlés, con sus dos personalidades y deseos artísticos definidos, uno soñando con la Provenza japonesa, la luz y el sol, y el otro, buscando lo primitivo del arte y el trópico, uno sintetizando los planos de color, y el otro dividiendo el color en pequeños toques del alma, con un fuerte expresionismo. Gauguin, mas carnal, busca un horizonte al que nunca se llega. Van Gogh va en vertical, y el sol le quema, le quema las alas como a Icaro. Es un choque de personalidades que termina en desgracia. Van Gogh se corta la oreja y luego se suicida en 1890. Muere Theo un año mas tarde dejando mujer e hijo.

Gauguin se queda solo en el triángulo. Vende sus cuadros para viajar a Tahiti, embarcando el 4 de abril de 1891 en Marsella, llegando a Papetee el 8 de junio. Allí redescubre su pintura y sus teorías. Va y viene a Francia, coge la sífilis, intenta suicidarse, su pintura es cada vez mas lúcida y mística, se aleja cada vez mas de la civilización hasta llegar a las Islas Marquesas, empeora su enfermedad, se está quedando casi ciego, su marchante  Vollard, le impide volver a Francia, para que su mito no decaiga. El 8 de mayo de 1903 es hallado muerto y tenía cincuenta y cinco años. En su huida de Europa civilizada llegó a  morir frente a la tierra de su infancia, Perú, dio un giro del viaje de su niñez a la inversa, de este primer genio de la pintura latinoamericana.
                                          Hoy, 7 de junio, 164 aniversario del nacimiento de Gauguin. 
                                           Blog en homenaje a su obra. 

Carlos Barboza Vargas