Archivo Barboza Grasa ®

ROSTROS DE FRANCISCO DE GOYA EN REMOLINOS, ZARAGOZA



Francisco de Goya pintó mucho y bien en Aragón, desde que entra en el taller de Luzán no dejara los pinceles, primero, copiando estampas como bien dice el mismo, y luego lanzándose a pintar los muros de la Iglesias  donde desarrolla sus dotes de muralista. Entre los temas a que se enfrenta están los Cuatro Padres de la Iglesia Latina, que desarrolla en las pechinas de las cúpulas de las Iglesias de Luesma, – hoy desaparecidas después de la guerra del 36,- Calatayud, Muel y Remolinos. Las de Calatayud fueron un encargo de la Compañía de Jesús, los Jesuítas, antes de su expulsión de España en 1767, en la Iglesia de San Juan El Real, donde Goya deja toda su impronta en tonos oscuros y pinceladas gruesas, muy similares a cómo ejecutó el Relicario de Fuendetodos. Se va a Italia en 1769-70, y a su regreso se convierte en uno de los pintores que mas cotiza al Ayuntamiento de Zaragoza, pintando murales en Muel, Remolinos, Alagón, El Coreto de la Basílica de El Pilar y la Cartuja de Aula Dei, y múltiples cuadros de devoción. En Remolinos se enfrenta de nuevo a los Cuatro Padres de la Iglesia Latina, San Gerónimo, San Ambrosio, San Agustín y San Gregorio, haciendo ligeras variaciones respecto a las anteriores versiones pintadas sobre el mismo tema. La Diputación Provincial de Zaragoza nos solicitó unos textos y fotografías sobre Remolinos y las pinturas de los Padres de la Iglesia de Goya, que se encuentran en internet en la página de la DPZ:

En el anterior blog notificamos sobre su restauración en 1988 y los viajes que estas pinturas han hecho desde Remolinos a Venecia, Zaragoza, y Sevilla. Ahora quiero hablar de su iconografía basada en los cuatro rostros de los Santos Padres. Un libro fundamental para conocer la iconografía de los santos y su historia en el siglo XVIII es el Año Cristiano escrito por el jesuita francés Jean Croisset (1656-1738) y que fue traducido por le padre jesuíta Joseph Francisco de Isla, (León, 170, -Bolonia, 1781). Este sacerdote predicó en Zaragoza en esta época.   

En los primeros siglos del Cristianismo aparecen un grupo de estudiosos y escritores en su mayoría eclesiásticos y Obispos, que comienzan a dejar las bases de la doctrina Cristiana y el fundamento de la Fe y su ortodoxia. Los primeros son los continuadores de las enseñanzas de los apóstoles, que en el siglo XVIII los llaman Padres apostólicos, estos se encuentran entre los siglos I y II, sus enseñanzas las divulgan en forma de Cartas entre ellos se encuentran Clemente de Roma o Ignacio de Antioquía. En el siglo III se les llamaron escritores apologistas, por la defensa de los cristianos ante los gentiles.  En el principio se les llamó Padres de la Iglesia a Cuatro pensadores de la Iglesia Griega u oriental, como San Atanasio de Alejandría, San Benito el Grande, San Gregorio nacianceno y San Juan Crisóstomo. Luego se agregaron Cuatro Padres de la Iglesia Latina, San Gerónimo de Estridón, San Ambrosio de Milán, San Agustín de Hipona y San Gregorio Magno. Estos últimos son los que pintó Goya en estas pechinas. Son grandes escritores que aparecen con un libro y escribiendo, ya que fueron grandes amantes de la Literatura y de la Música, todos inspirados por el Espíritu Santo.

San Gerónimo
Nació en Estridón, Dalmacia, en el año 332, con gran capacidad desde niño para la gramática, la oratoria, una gran facilidad para las lenguas y un gran amor por los libros. En Roma no dejaba de visitar las Catacumbas donde estaban sepultados los Santos Mártires. Comenzó a viajar y a aprender de los sabios y se retira a Oriente, llegando hasta Tarso, tierra de San Pablo, donde aprende la lengua materna del apóstol.  Vuelve a Italia donde le atormenta la sensualidad y las tentaciones, hace ayunos y comienza a estudiar la lengua hebrea junto a un judío convertido estudioso de Cicerón. Se hizo especialista en Lenguas Orientales y estudió la Sagradas Escrituras dejando una versión de toda ella que es la que usa la Iglesia. Permanece en el desierto cuatro años, luego va a Jerusalén deteniéndose en Belén, donde fija su residencia. De 45 años se ordena sacerdote, vuelve a Roma continuando sus estudios, pero muerto su protector el Papa Dámaso, sus enemigos hacen que se vaya y vuelve a Jerusalén. Sus estudios enriquecen a la Iglesia con muchas obras sobre el Viejo y Nuevo Testamento, lo que llamamos hoy día la Biblia Vulgata. Tuvo amistad con san Agustín, y muere en Belén en el año 420.   El rostro de San Gerónimo que pintó Goya en Remolinos, es el de un anciano venerable con mitra de obispo que mira hacia el cielo acompañado por un angelillo a su derecha y los brazos extendidos como si fuera a entregar su alma a Dios. 


San Ambrosio de Milán
Nace en las Galias en el año 340, fue el menor de tres hermanos, todos santos, Marcelina y Sátiro. Desde muy joven se dedico al estudio de las Letras, estudiando griego, vive en Roma y  Anicio Probo le nombra Gobernador de la Emilia y de la Liguria, estableciéndose en Milán, ciudad que se encontraba en disputa entre arrianos y católicos. A la muerte del obispo arriano Auxencio, para nombrar sucesor, el Gobernador Ambrosio pacifica a los oponentes y entonces lo proponen para Obispo, pero no acepta y huye de la ciudad. El Emperador Valentiniano mandó a Itálico, Vicario de Italia para ordenar y consagrar a Ambrosio. Recibió el bautizo del Obispo católico y le consagró Obispo, el 7 de diciembre del año 374, a los treinta y cinco años de edad, distribuyendo a la Iglesia y a los pobres, todo el oro y plata y propiedades que tenía. Decía Misa y predicaba todos los días, y estudiaba las Sagradas Escrituras. Muerto Valentiniano, los arrianos quisieron volver a dominar Milán, enfrentándose al Obispo Ambrosio. Este, años mas tarde, logró ser el primer cristiano en conseguir que se le reconociera el poder de la Iglesia por encima del Estado. Bautizó al mas intelectual de los Padres de la Iglesia, San Agustín de Hipona, figura cumbre del Cristianismo. También fue compositor de himnos y murió el 4 de abril del año 397.  Goya en Remolinos nos lo presenta con una fuerza en al mirada seguro de su poder como Obispo de Milán, enfrentándose a los herejes acompañado por un dulce angelillo que lee un libro, símbolo de la intelectualidad del santo.


San Agustín de Hipona
Es la figura cumbre de la Iglesia Católica y el más sobresaliente entre los Doctores. Nació en Tagaste, África romana, el 15 de noviembre del 354, hijo de Patricio y Mónica,- se convertiría con el tiempo en Santa Mónica, gracias a sus esfuerzos de madre, Agustín se convirtió al Cristianismo. Agustín o Agostino fue un niño vivaz y desde muy joven le gustaba la libertad y las diversiones, cayó enfermo grave y fue bautizado. Empieza a leer y escribir estudiando la profana antigüedad, a los dieciséis años es enviado a Cartago para continuar sus estudios pero se entrega a los placeres mundanos y a la lascivia y a los  espectáculos profanos. Leía las obras de Cicerón y cometía los mismos errores que los Maniqueos. A los veinte años de edad lee a Aristóteles y estudia Retorica. De Cartago pasa a Roma y se hospeda en casa de Maniqueo. Desde Milán piden a Roma un retórico hábil y enviaron a Agustín y es cuando conoció al Obispo Ambrosio, hicieron amistad asistiendo a sus sermones. Mientras tanto Agustín vivía con una milanesa con la que tuvo un hijo. Su madre Mónica se traslada a Milán para separar al hijo de su compañera ayudada por el Obispo Ambrosio. Envió  a su compañera a África y se quedo en Milán con su madre y su hijo Adeodato y es cuando comienza su conversión real al Catolicismo y a escribir libros como La inmortalidad del alma.  En el año 387 fue bautizado por Ambrosio a la edad de 33 años, vuelve a África con su hijo y su madre y en el puerto de Ostia muere Santa Monica antes se va  Roma a convertir maniqueos, luego pasa a África donde se dedica  la meditación y a escribir sobre el Génesis o El maestro , donde dialoga con su hijo Adeodato, quien murió tiempo después y es cuando se dedica de lleno a la Religión, y se opone a los Donatistas y a los Maniqueos,  funda monasterios y establece sus reglas de extrema pobreza ayuno y silencio continuo. Va al Concilio de Hipona en el 395 y lo consagran Obispo Coadjutor a los 42 años de edad. Se crea enemigos que le intentan asesinar, sus escritos se hacen imprescindibles para la Iglesia Católica. Medita sobre el Misterio de la Trinidad, de allí viene la leyenda del niño que quería meter toda el agua del mar en un hoyo en la arena. El fuego divino a Dios inflama el corazón, de allí que se le representa con un corazón ardiente en la mano. Escribe Los Soliloquios, Las Meditaciones y sus Confesiones. No miraba mujer alguna y decía cosas como estas: “Que las rentas del Obispo eran rentas de los pobres; y que si el pobre no hallaba qué comer en casas del Obispo, era preciso que el Obispo aquel día se quedase sin comer.” (Se lo pueden aplicar algunos políticos hoy día). Sus enemigos continúan acosándole hasta que el Emperador Valentiniano III llamó a los vándalos de España, desembarcaron en África con su rey Genserico adueñándose de las ciudades. San Agustín se quedo en Hipona y durante el sitio de los bárbaros enfermó y murió el 28 de agosto del año 430. Al tercer mes cayó la ciudad pero la biblioteca donde se estaban las obras de San Agustín se conservó. Goya en Remolinos nos presenta un rostro anciano de perfil con tiara de obispo y báculo, junto a una columna con la cabeza inclinada mirando a una bandeja con monedas, seguramente la que destinaría a la caridad, portada por un angelillo.


San Gregorio Magno

Nació en Roma en el 540, aproximadamente un siglo después que sus antecesores, tiene el título de Magno que se otorgaba a los Doctores de la Iglesia cuando llegaban a ser Papas. Se desarrolla su vida en Roma donde avanza en sus estudios y virtudes cristianas, tanto que el Emperador Justino II le nombra Perfecto, es decir, Gobernador de Roma. Hereda una rica herencia de su padre Giordano y la dedica a la fundación de Monasterios en Sicilia y en Roma. Renuncia al cargo de Perfecto y reparte la riqueza entre los pobres. El Papa Pelagio II lo ordenó Diácono de la Iglesia de Roma. Entre sus viajes traba amistad con san Leandro, Arzobispo de Sevilla. Al morir el Papa Pelagio II en el 590, el 3 de septiembre del mismo año fue consagrado Papa. Reprimió con audacia a los Lombardos, restituyendo la paz a Italia, destruyo en España y en toda Europa las reliquias del Arrianismo y en su apostolado lo mas importante fue la conversión de los ingleses y por eso se le dio el título de Apóstol de Inglaterra. Prohibió que los soldados tomaran los hábitos de monje, fue un Papa muy enfermo, también se ocupo de la música y fundó el Seminario de Músicos o Cantores y reformó el canto de la Iglesia, componiendo lo que ahora se llama Canto Llano o Canto Gregoriano. Introdujo las Letanías y las Procesiones  para aplacar la ira de Dios. En el 604 muere en Roma.  El rostro de san Gregorio magno pintado por Goya es un rostro envejecido de un hombre que piensa y que recibe la fuerza del espíritu santo, con una pluma en la mano y en la otra un libro en el que va  a escribir el mensaje de Dios. Le acompaña un angelillo con un báculo. 

Francisco de Goya vuelve años mas tarde a tratar el tema de los Santos Padres, después de la segunda estancia en Andalucía y de haber pintado para la Santa Cueva de Cádiz hacia 1796.  
Ver blog. 

Estos últimos Padres de la Iglesia Goya los pinta sin ninguna compañía, solamente acompañados por un libro ya que todos son pensadores y escritores y a San Gerónimo eremita lo acompaña además de un Crucifijo  y una calavera. Son hombres que se encuentran sólos con sus pensamientos.

Carlos Barboza Vargas.