Archivo Barboza Grasa ®

ANGLADA CAMARASA EN EL PALACIO DE SÁSTAGO DE ZARAGOZA

Desde el seis de junio se encuentra en el Palacio de Sástago de Zaragoza una muestra pictórica del artista español Anglada Camarasa, nacido en Barcelona en 1871. Con anterioridad en el 2009 en el Museo Pablo Gargallo se realizó otra exposición de su obra con el título La estética de Anglada Camarasa,perteneciente a la colección Fundación la Caixa. Así es que en este espacio de tiempo, del 2009 al 2013, hemos podido formarnos una idea bastante amplia de la obra de este pintor nacido en Cataluña.  La pintura española de finales del siglo XIX comienza a variar el concepto estético y en Barcelona el Modernismo impacta a los jóvenes pintores, como Rusiñol, Casas, Angalda Camarasa, Mir y Nonell y entre los  arquitectos, Gaudí. Todo este caldo de cultivo es el que fragua al jovencísimo malagueño Picasso que andaba por las calles y en Els Quatre Gatsbuscando su personalidad y estilo como pintor. 

París es una meta de este grupo a la que todos viajan para aprender la nueva estética francesa, y uno de los que se instalan por allí  es Anglada  en 1894 hasta 1904. La luz nocturna de gas de Paris hace que su retina cambie su registro  de color y su paleta pictórica se oscurece y engruesa la materia  con amplias pinceladas transmitiéndonos un mundo callejero y de salones muy al estilo de Toulouse Lautrec, pero con seres mas fantasmagóricos y nostálgicos, no recreándose en la alegría de vivir sino en al soledad de esas bellas mujeres con sus atuendos, poniendo énfasis en los sombreros en los que se recrea, los caballos solitarios y apareciendo el mundo gitano en su pintura. El joven genio Picasso  seguramente conocía esta pintura ya que en esta etapa de París pinta temas muy parecidos  pero con una ironía que Camarasa no poseía.

Regresa a España y viaja por Valencia y Aragón, donde comienza a recoger las costumbres o fiestas  de los gitanos con sus trajes multicolores que tanto le atraían. En Jaca  se detiene a observar una rondalla aragonesa, inspirado sin duda en las Pinturas Negrasde Goya, especialmente en La Romería de San Isidro, con unos cantantes que por la forma de tocar la guitarra estaban completamente borrachos.  Los colores violeta, rojos, verdes, amarillos del traje español de los toreros y las manolas  le detienen para transmitirnos unas texturas de gran modernidad pero con una temática pictorialista. Las mujeres recostadas en los sofás o de pie, van a ser un tema muy recurrente en su obra.
Se instala en Mallorca y se olvida de París y donde Matisse y Picasso están rompiendo con la estética anterior marcando el rumbo  de lo que iba a ser  el Arte del siglo XX. Su paleta se aclara y es absorbido por la luz de Mallorca al igual que Rusiñol y Mir. Vuelve a recoger un impresionismo que ya había pasado al igual que Sorolla. Comienza a darnos composiciones concretas del paisaje con una paleta vibrante ocupando toda la superficie del cuadro, generalmente con un formato cuadrado en que la composición siempre tiene un primer plano que
no nos invita a entrar en él, sino que nos ofrece un mundo para que lo disfrutemos desde fuera, como si se viera a través de una ventana o por el visor de una cámara, al igual que sus fondos marinos que son como observar una pecera o estar en un acuario.  Sus mujeres en el sofá o subidas en un árbol,   como Adelina del Carril de Güiraldes  o  Marianne Willenson o la Sibila, son mujeres que invitan a su contemplación pero  no sucede  como La Maja de Goya o La Olympia de Manet de 1863- que actualmente se encuentra expuesta en el Palacio Ducal de Venecia,- que invitan con ternura a estar junto a ellas, te proporcionan un placer carnal.  
Anglada fue un pintor importante para la España de finales del XIX y en especial por colaborar en abrirle los ojos, ya muy abiertos del joven  Picasso en Barcelona.  Vale la pena ver la Exposición de Anglada Camarasa en el del Palacio de Sástago de Zaragoza.
Carlos Barboza Vargas.