Archivo Barboza Grasa ®

RECORDANDO A ANA MARÍA NAVALES POR BARBOZA GRASA.


Tras nuestra estancia en Italia en 1973 para seguir el Curso de Restauración de Pintura Mural en el prestigioso Instituto Central de Restauración de Roma, becados por la UNESCO, regresamos a España y nos instalamos en Madrid. En uno de nuestros múltiples viajes a Zaragoza para ver a la familia, nos llamó Juan Dominguez para presentarnos a su esposa, la poeta y profesora Ana Maria Navales. Recordamos que habíamos quedado junto al Teatro Principal y vimos llegar a la nueva pareja con gran alegría. Así se inició nuestro trato con Ana, ya que la amistad con Juan venía de años anteriores.

En 1976 planeábamos abrir una Galería de Arte en Zaragoza, que luego se llamó Costa 3, la cual pretendíamos dedicar a la obra gráfica y fotografía, haciendo publicaciones que incluyesen poesía. De allí nació la carpeta Paternoy editada en el Taller Barboza Grasa en Madrid, con cinco aguafuerte míos sobre el pueblo abandonado de Paternoy , en el Pirineo y con cinco poesías de Ana María, siendo presentada en mi Exposición en la sala Barbasán de la CAI, cuando se hallaba en el Paseo de la Independencia. En 1977 Juan y Ana estaban proyectando una revista de poesía que incluyese ilustraciones de artistas, se llamó Albaida y pidieron a Carlos Barboza que les hiciese la portada y las ilustraciones del primer número, luego yo ilustré un número posterior. Esto fue el germen de la posterior revista Turia que Ana María dirigió con gran acierto junto a Juan Carlos Maicas. Hoy día sigue siendo un referente en Aragón. Barboza ilustró el número 2 y 3 y yo ilustré la revista en 1987.

En 1978, mientras ultimábamos la restauración de las pinturas murales de Goya en la Cartuja de Aula Dei, inauguramos la Galería Costa 3 y publicamos para esta ocasión la carpeta Seis aguafuertes poemas en la que tres artistas, (Eduarda Aparicio, Teresa Grasa y Monique de Roux), se unían a tres poetas, Max Jacob, Gibran Khalil Gibran y Ana María Navales. El mismo año Barboza ilustra la Antología de la poesía aragonesa contemporánea, realizada por Ana Maria Navales, para la Librería General de Zaragoza. Durante estos años de amistad ellos han prologado nuestros catálogos y nosotros hemos ilustrado sus textos.
Ana trabajaba en el Colegio Alemán de Zaragoza como profesora de Literatura, por lo que llevamos a nuestros hijos Carlos y Francisco a dicho centro, siendo alumnos suyos y ejerciendo de tía exigente para que aprendieran a leer y escribir con corrección, inculcándoles el amor por la literatura.
El día 11 de marzo de 2009, Carlos y yo recibimos una llamada a medianoche, en la que nos anunciaban la muerte de Ana María, Estuvimos toda la noche recordando las múltiples experiencias vividas y toda esta fructífera amistad a lo largo de treinta y seis años. Ave literaria de altos vuelos y plumaje policromo como el quetzal de su novela, nos hace recordar sus palabras en su libro El Laberinto del quetzal: …..”pero aún soy un quetzal, un dios del aire, un ave sol, después de haber sido un correcaminos, macho con librea nupcial, chupamiel barbiblanco, habitante del bosque húmedo, ave tigre de canto entrecortado y recio, voraz succionador del néctar de lo oscuro, rey de la marisma, de las sabanas y de los abiertos matorrales. Todavía no he muerto”.


Teresa Grasa Jordán
Dibujos de Ana María Navales por Carlos Barboza Vargas