MANUEL DE LA CRUZ Y LA PINTURA ABSTRACTA EN COSTA RICA
En el último viaje de Elia y Manolo a España me obsequiaron un libro de la historiadora María Triana Carbonero, titulado El arte como integración cósmica, Manuel de la Cruz González y la abstracción geométrica. Publicado por la Fundacion – Museo del Banco Central de Costa Rica. Leyendo este estudio sobre Manuel de la Cruz se me vinieron los recuerdos de cuando empezaba a pintar en San José y habíamos formado el Grupo Totem, hablo de los años 1964-1968, en que la figura de este pintor, publicista, musicólogo, actor y locutor de radio, acaparaba todo el arco de la plástica y casi decidía quien exponía en ese momento. Regentaba el Grupo Taller, su academia, fundado en 1963 y en el que se formaban artistas jóvenes los que si exponían en las salas existentes. Era un hombre muy activo, daba conferencias sobre arte, en especial centradas en ese momento en al pintura abstracta que el practicaba. Tuve algunas discusiones acaloradas sobre arte, lo que lo sacaba de sus casillas, defendiendo con vehemencia sus teorías, mas tarde llegamos a tener conversaciones mas calmadas. Antes de estos recuerdos lo conocí como publicista y una vez que el fui a pedir trabajo a su oficina me atendió con amabilidad, miro mis dibujos con interés, creo que escogió uno al estilo de Modigliani, y me despidió diciéndome que para mas adelante.
Manuel de la Cruz pertenece a la generación de los años treinta de Costa Rica, una generación que recibía influencias especialmente del Muralismo mexicano, que durante la década anterior Diego Rivera, Orozco y Siqueiros emprenden la aventura de expresarse en los muros y crear lo que llamamos Realismo socialista, donde el protagonista es el pueblo, glorificando al artesano, al obrero y al campesino, y buscando las raíces del ser mexicano y latinoamericano. En esos mismos años, en Estados Unidos, se divulga la abstracción, se crea el Museo de Arte Moderno de Nueva York en 1929, realizando en dicho centro 1936 la primera exposición de arte cubista y arte abstracto, siendo la primera del arte de vanguardia en USA, en 1938 se exponen obras de la Bauhaus. En 1939 en la misma ciudad, se abren las puertas del Museo Guggenheim, bajo la denominación Museum of Non Objetive Art, interesados por la obra de Kandinsky y Piet Mondrian, quien se va a vivir a EEUU en 1940. Por otro lado, Joaquín Torres García regresa a Uruguay en 1934, difundiendo los nuevos movimientos artísticos, y fundando la Asociación de Arte Constructivo en 1935.
Con todos estos movimientos en el ambiente artístico americano, los pintores de Costa Rica fundan en 1934 el Círculo de Amigos y comienzan a cultivar el paisajismo rural y a buscar las raíces del ser costarricense en pintura, xilografía y escultura. En este grupo se encuentran los mejores creadores del arte en Costa Rica de la primera mitad del siglo XX. Manuel de la Cruz pinta paisajes, campesinos en murales, los negros de Limón, logrando exponer estas obras en USA. Con la guerra de 1948 tiene que exilarse ya que pertenecía al partido republicano en el poder. Su primer destino fue Cuba que también estaba sufriendo una transformación en el campo del arte, cuyo mas sobresaliente pintor era Wifredo Lam, amigo de Picasso. En este ambiente nuestro pintor amplia horizontes y comienza a trabajar el Cubismo y el Expresionismo abstracto. Se traslada a Maracaibo, Venezuela, junto a su esposa Tanya Kreysa y trabaja en publicidad, pero no deja de pintar. Venezuela es una de las sedes mas importantes de la Abstracción geométrica que ha dado artistas como Soto y Cruz Diez. Gonzalez empieza a pintar con un geometrismo plano de fuertes colores y es lo que trae a Costa Rica cuando regresa, causando un impacto social de rechazo, pero celebrado en los círculos de arte. Comienza a divulgar las tendencias abstractas junto a otros dos artistas recién llegados al país desde Europa, la pintora Lola Fernández y el arquitecto Felo García, ambos fueron profesores míos, y para dar mas fuerza a este estilo pictórico forman el Grupo 8 en 1961 al que pertenecen artistas que con su obra le dieron cuerpo al arte no figurativo en el país.
Analizando la obra pictórica de Manuel de la Cruz González, (1909-1986) y contando que no estudió en academias, a las que rechazaba, su color es plano y puro, mas que mirando al impresionismo miraba a los fauvistas y expresionistas, y al eliminar la figura y el objeto en su fase de abstracción constructiva, el color es fuerte y de planos cortantes y definidos de rojo, negro, amarillo limón, violetas, dejando partes blancas para que el ojo descanse. Su composición tanto en la fase figurativa como en la abstracta, siempre compone con un primer plano que impide al espectador pasar. No utiliza la perspectiva ni la lineal ni la aérea, siempre se queda uno observando sin dejarle entrar en su mundo, aun en sus desnudos al estilo Modigliani. Son una barrera y esta forma de componer es de pintores introvertidos y tímidos aunque en público son locuaces y expansivos, pero en el fondo, su interior lo conservan para sí mismos. La obra del pintor Manuel de la Cruz siempre tendrá un sitio importante dentro de la evolución del arte del siglo XX en Costa Rica. Su obra xilográfica merece un estudio aparte por su intención de unir el grabado como lo publicitaba Orozco en su taller de grafica popular. El pintor y estudioso Ricardo Ulloa Barrenechea en su libro Pintores de Costa Rica, editado por Editorial Costa Rica en 1975, en la página 104, hace un estudio del pintor Gonzalez, analizando toda su trayectoria y su estilo pictórico.
Carlos Barboza Vargas.
http://barbozagrasa.blogspot.com.es/2011/06/el-grupo-totem-en-el-centro.html