Archivo Barboza Grasa ®

GOYA, GODOY, FUENTE VAQUEROS Y GARCÍA LORCA

Salimos de Málaga en dirección a Granada, con la intención de visitar Fuente Vaqueros, pueblo natal de Federico García Lorca y feudo, en el siglo XVIII de Manuel Godoy, protector de Goya, quien firmó en Basilea, el 22 de julio de 1795, la Paz con Francia. Por sus méritos, Carlos IV le concede el título de Príncipe de la Paz. Posteriormente, en una Real Cédula del 27 de septiembre del mismo año, el Rey dona a perpetuidad irrevocable al entonces Duque de Alcudia, la propiedad de tierras en la provincia de Granada, llamadas desde antiguo, Real Sitio del Soto de Roma, donde se encuentra enclavado Fuente Vaqueros. Estas tierras rendían al año un millón de reales y su dueño estaba mas contento de este dominio que de los títulos nobles que poseía.
Manuel Godoy y Álvarez de Faria, nació en Castuera, Badajoz, el 12 de mayo de 1767, siendo su padre, José, Coronel del Ejército. En 1784 se traslada a Madrid e ingresa en los Guardias de Corps, conoce a los Príncipes de Asturias en 1788 y desde entonces, recibe los favores de la Reina Maria Luisa, y va ascendiendo en su carrera, hasta que en 1792 se le otorga el título de Duque de Alcudia con Grandeza de España y la Dehesa de su nombre en Sierra Morena. Anteriormente, en 1791, el 25 de agosto, se le había concedido la Orden de Carlos III y era nombrado Teniente General.

Godoy es cada vez más poderoso y se ha congraciado con los ilustrados. Goya es elegido Director de Pintura en la Real Academia de San Fernando en 1795. En el verano de ese año, Goya está trabajando en el retrato de Manuel Godoy a caballo. Posiblemente es Godoy quien le presenta a los Duques de Alba con los que estaba muy relacionado. Y es entonces, cuando Goya envía la famosa carta a su amigo Zapater, en la que le dice lo siguiente: ….. Mas te balía benirme a ayudar a pintar a la de Alba, que ayer se me metió en el estudio a que le pintase la cara, y se salió con ello; por cierto que me gusta mas que pintar en lienzo, que tanbien la he de retratar de cuerpo entero y bendrá apenas acabe yo un borrón que estoy haciendo del Duque de Alcudia a caballo que me embio a decir que abisaria y dispondría mi alojamiento en el sitio, pues me estaría mas tiempo del que yo pensaba……..

Así pues, en 1795 Godoy se encuentra en el Sitio, Real Soto de Roma, según dice el ingeniero Julio Muñoz Bravo en su estudio de 1987, Betancourt, Godoy y El Soto de Roma. Godoy, en sus Memorias, es la única propiedad que nombrará de la siguiente manera: ….En esta última provincia (Granada), yo di el primer ejemplo de este cultivo (cáñamo), en grande, dedicando a él cerca de seis mil margales, (unas 320 Hectáreas), de los rompimientos que hice en mis tierras del Soto de Roma…..

Goya pinta dos bocetos de Manuel Godoy a caballo, y el retrato grande y definitivo que posteriormente Goya mismo convertirá en el retrato ecuestre del Duque de Wellington.

En el primer boceto que se ha conservado con la figura de Godoy a caballo (55 x 44,5 cm), aparece con la banda de Carlos III, azul y blanca, en un paisaje muy sintético.

En el segundo de ellos, invierte la posición del jinete y el caballo para que se puedan ver mejor la banda y las condecoraciones, según se advierte en la radiografía del cuadro conservado en el Museo del Prado. Este boceto tiene un fondo de montañas similar a los retratos reales de Velázquez, con la característica de que se pueden ver dos ríos, como sucede en el paisaje real del Soto de Roma en el que confluyen los ríos Genil y Cubillas que vienen de las montañas de Sierra Nevada en la vega de Granada.
En 1796 a Goya le llama el sur de nuevo, y parte para Andalucía en mayo y permanece hasta marzo del año siguiente. Los de Alba están en Sevilla, han acompañado a los Reyes que han ido a la capital andaluza, junto a Godoy, para veranear en San Fernando, y posiblemente cazar en el Soto de Roma. Seguramente Goya no desaprovecha la oportunidad de una cacería ya que disponía de alojamiento en el sitio invitado por Godoy, como especifica en su carta a Zapater. Puede que con este segundo boceto en Andalucía convirtiese al Duque de Alcudia en un señorito andaluz con su cortijo con la Sierra Nevada al fondo y su ganadería. Luego, después de 1808, en que Don Manuel cayó en desgracia y no era conveniente conservar imágenes del príncipe de la Paz, Goya le retocó el rostro, llamándose, como lo conocemos en la actualidad, El garrochista, (56 x 47 cm). Esta pequeña pintura se encontraba en la testamentaria de la casa de Goya en 1812, a la muerte de Josefa Bayeu, y tiene similares características técnicas que El Coloso, con cambios y retoques según la situación política de España. Esperamos que al Museo del Prado no se le ocurra otorgar la autoría de esta pintura a algún segundón como ha hecho con El Coloso de Goya.

El gran cuadro definitivo de Godoy a caballo, muestra en la actualidad, al Duque de Wellington, (294 x 239 cm). Tiene similar posición del jinete y caballo que el segundo boceto, según las radiografías.


La misma suerte corrió el Real Soto de Roma, ya que, en decreto del 22 de julio de 1813, las Cortes de Cádiz se lo donan en perpetuidad al Duque inglés, conservando su propiedad sus descendientes hasta 1940. Goya presentía este cambio, o lo hizo con intención, el superponer uno sobre otro, como en la propiedad, en la que se suceden sus propietarios.

Cerca de cien años después de estos acontecimientos, nace en Fuente Vaqueros el 5 de junio de 1898 el que iba a ser uno de los poetas mas grandes de la Literatura Española, Federico García Lorca. De niño, seguramente recorrería las orillas de los ríos Genil y Cubillas, para sentir el frescor de sus aguas y la dulce sombra de sus arboledas, el canto de las aves, las ranas, la luna a la que tanto cantó, la nieve de las montañas, toda una sinfonía de la naturaleza que luego saldría en la música de sus versos.


Después de conquistar la gloria en Madrid, y ser amigo de otro aragonés genial, Luis Buñuel, la Guerra Civil del 36 corta esta amistad y la de Dalí violentamente. El 18 de agosto de 1936 es fusilado y descansa en la tierra cálida de Granada, junto a tres compañeros de viaje al infinito. García Lorca nos dejó estos versos en el poema Gacela de la muerte oscura:


….quiero dormir un rato,
un rato, un minuto, un siglo;
pero que todos sepan que no he muerto;
que hay un establo de oro en mis labios;
que soy un pequeño amigo del viento oeste;
que soy una sombra inmensa de mis lágrimas……



Nos espera el camino, pasamos por Valderrubio, donde también vivió el poeta, lugar que fue visitado por SS.MM. Los Reyes D. Juan Carlos I y Dª Sofía, como reza en la placa colocada en la casa de García Lorca. Hacer clik en picasa, para ver las imágenes.



Carlos Barboza Vargas Teresa Grasa Jordán