Archivo Barboza Grasa ®

FRANCISCO DE GOYA PINTÓ EN CALATAYUD, ZARAGOZA, 1766

FRANCISCO DE GOYA PINTÓ EN CALATAYUD, ZARAGOZA, 1766

En el blog anterior hablamos de las desaparecidas pechinas de Luesma, donde se representaban los Cuatro padres de la Iglesia Latina muy similares en factura e iconografía a las cuatro pechinas que se encuentran en San Juan El Real de Calatayud, pintadas por Goya en 1766. En el libro del Catálogo Monumental de España tomo dedicado a Zaragoza, y escrito por el profesor Francisco Abbad Ríos,  en el apartado dedicado a Calatayud, paginas 350-351, las dedica a la Iglesia de San Juan Bautista, hoy San Juan El Real, y nos dice lo siguiente: ….” Por último, las pechinas que sostienen la cúpula central están decoradas con pinturas ….. de buena ejecución, de los Padres de la Iglesia. Y en el tomo dedicado a las láminas se puede ver el Altar Mayor y en la parte superior  dos pechinas, una la de san Gregorio Magno a la izquierda, y a la derecha San Ambrosio.  La Diputación de Zaragoza nos encargó unos textos para un folleto divulgativo de Calatayud, hablando de la Iglesia de San Juan el Real las pinturas de Goya con fotografías generales y detalles de las mismas, que se encuentran en internet:   

Después de los comentarios de Abadd Ríos, no hay mención de los estudiosos a estas pinturas, hasta que en la revista Archivo Español de Arte, Nº 226, de abril- junio 1984, en un artículo firmado por Rogelio Buendía y José Manuel Arnáiz, titulado Aportaciones al joven Goya, dan a conocer como Goya las pechinas de Calatayud, pero no es hasta el viernes 7 de diciembre de 1984, en el Heraldo de Aragón, y con motivo de la exposición El niño en el Museo del Prado, y que el profesor Rogelio Buendía daba una conferencia en el Museo Camón Aznar y que fue entrevistado por el periodista Juan Dominguez Lasierra, es cuando  el gran público se enteró de la existencia de estos Goyas de Calatayud. Luego, con fotos de Carlos Moncín, se reproducen tres pinturas en El Cultural del Heraldo, página 17,  con el titulo Las pechinas de Goya en Calatayud. Y el miércoles 12 de diciembre, en la página 14 de Cultura, publico un artículo titulado A propósito de las pechinas de Calatayud – En busca de Goyas perdidos II, e inicio dicho articulo de la siguiente manera: El hallazgo en Calatayud certifica la paternidad también de las de Luesma, ya que son prácticamente idénticas,……

FRANCISCO DE GOYA PINTÓ EN CALATAYUD, ZARAGOZA, 1766

En febrero de 1985, en la desaparecida revista Antiquaria, Nº 15, páginas 18-22, José Manuel Arnáiz publica un estudio ubicando estas pechinas en el contexto de Goya joven, que titula “Sobre las pechinas de Goya en Calatayud” y analiza la relación que hay con las de Luesma, Muel, Remolinos y el Relicario de Fuendetodos y la diversa obra religiosa atribuida al Goya joven. En el mismo año la Diputación General de Aragón nos encarga su restauración, a pesar de la oposición de los estudiosos de Zaragoza y Calatayud que no aceptaban la atribución goyesca. Un profesor, según me comentaron decía: Antes de la restauración eran muy malas para ser Goya, y cuando las  vió después de la restauración comentó que eran muy buenas para ser Goya.  Vinieron a verlas goyistas como Pierre y Maria Gassier,  los profesores de restauración Gonzalo Perales,  del Instituto de Restauración de Madrid, Francisco Núñez de Celis, Catedrático de Restauración de la Facultad de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, también el grafista Javier García del Olmo.  Y de Zaragoza estudiosos como el historiador Rafael Ordóñez, el arquitecto Jose María Valero y  el pintor Eduardo Salavera. La Televisión Española en Aragón filmó todo el proceso, dirigidos por Luis Esteban Municio y Antonio Barceló.


El domingo 15 de noviembre de 1987  en el Heraldo de Aragón el periodista Luis García Bandrés escribe un largo artículo que titula   1766 en Calatayud nacía un genio y como subtítulo, Finaliza en la Parroquia de San Juan la restauración de las pechinas atribuidas a Francisco de Goya.   Mas tarde, en la publicación Calatayud en Fiestas 1988, con fotos de Carlos Moncín,  se hizo un apartado especial que tituló Pedro Montón Puerto, cronista oficial de la ciudad, como Unas fiestas bajo el nombre de Goya, y participan en el mismo  Agustín Sanmiguel, Presidente del Centro de Estudios Bilbilitanos, con un artículo sobre los jesuitas en Calatayud, otro de Teresa Grasa hablando de San Juan el Real y Goya, otro mío, sobre Calatayud, Goya, Calatayud, y finalmente, el poeta y fotógrafo Verón Gormaz, ilustra con un poema  León negro  que comienza así:  

Profético y oscuro, agazapado
a los pies y la sombra de un colosal Jerónimo
(misterioso patriarca de la Iglesia doliente).
El signo del maestro:
trazos sin tiempo fijo
un grito leonado, una imagen
de amarga profecía en rojo y negro,…….

Para el 5 de agosto de 1988 el Vicepresidente del Gobierno de España, Alfonso Guerra, visita Calatayud acompañado por el entonces Alcalde socialista Jorge Sánchez, y el periodista del Heraldo Jesús Martinez, nos cuenta que el Vicepresidente Guerra: Tuvo una mención especial para las pinturas de Goya y para el retablo principal de la Colegiata. Las pinturas  siguen despertando el interés entre los estudiosos y en julio de 1989, en la revista Aragón, Turístico y Monumental, nº 323,  los profesores Elena Barlés Báguena e Ignacio Calvo Ruata, escriben un largo artículo que titulan Goya en Calatayud. Mas tarde, el profesor y grabador Mariano Rubio, escribe una separata publicada por el Centro de Estudios Bilbilitanos y al Institución Fernando El Católico, cuyo titulo es Goya en sus veinte años. Hace consideraciones en torno a las pechinas de Calatayud aprovechando para hacer un recorrido del Goya joven en Aragón y establece comparaciones entre estas pechinas  de Calatayud y las Pinturas Negras de la Quinta del sordo.  En cuanto a la restauración, nos dice:  Una impecable labor de restauración llevada a cabo por los especialistas Teresa Grasa y Carlos Barboza, ha hecho posible que en la actualidad podamos contemplarlas de nuevo  en todo su esplendor.
Goya en el camino

Nosotros, tras  la restauración de 1987, impartimos  conferencias sobre estas pinturas, como la dada en el Salón de Actos de la Casa de Cultura en Calatayud, y publicamos un capítulo sobre las mismas en el libro de Goya en el camino de 1992, editado por el Heraldo  y en Goya frente al muro de 1996, editado por la Diputación de Zaragoza. En internet, hay dos enlaces en nuestro blog en que se analiza la relación pictórica y estilística  entre estas pinturas con las de Remolinos Ver   y Luesma

Carlos Barboza Vargas